ir al contenido

¿Por qué AT&T está abandonando México y qué significa para ti?

No hay motivo para el pánico. En caso de venta, el nuevo dueño estaría obligado a mantener la operación y respetar los contratos existentes.

Desde hace meses, la industria de las telecomunicaciones en México ha estado marcada por un persistente rumor: la inminente salida de AT&T. Aunque la compañía no ha emitido una confirmación oficial, los reportes periodísticos y las fuentes cercanas a las negociaciones sugieren que el proceso de venta de su unidad móvil está muy avanzado, marcando un posible punto de inflexión para el panorama de la telefonía celular en el país.

El Retorno de la Inversión que Nunca Llegó

AT&T ingresó a México con una ambiciosa inversión que superó los 7 mil millones de dólares a partir de 2015, prometiendo transformar el mercado. Su objetivo era replicar su éxito en EE. UU. y convertirse en un competidor serio de Telcel (América Móvil). Sin embargo, a pesar de haber sumado una base de más de 22 millones de clientes, la rentabilidad esperada nunca se materializó, en gran parte debido a la asfixiante dominación del mercado por parte del operador histórico.

La decisión de la matriz en Dallas de enfocarse en el mercado estadounidense y reducir su deuda global parece ser el motor principal detrás de esta desinversión. La empresa buscaría obtener más de $2 mil millones de dólares por sus activos en el país.

Los Interesados: Un Nuevo Actor en el Horizonte

La atención se centra ahora en los posibles compradores. Los rumores apuntan fuertemente a dos contendientes principales:

  1. Grupo Televisa (Izzi): Una de las mayores plataformas de medios y telecomunicaciones en México. Adquirir la red de AT&T le daría una presencia masiva en la telefonía móvil, complementando su oferta de internet y televisión de paga.
  2. Cerberus Capital Management: Un fondo de inversión estadounidense con experiencia en la compra y reestructuración de activos de telecomunicaciones.

Si la venta se concreta a cualquiera de estos postores, el cambio sería significativo. Por ejemplo, la integración de la base de clientes y la infraestructura de AT&T con una empresa como Izzi crearía instantáneamente un competidor de peso, alterando el equilibrio actual.

Implicaciones para el Consumidor

La principal preocupación de los 22 millones de clientes de AT&T es, lógicamente, el futuro de sus servicios. No hay motivo para el pánico. En caso de venta, el nuevo dueño estaría obligado a mantener la operación y respetar los contratos existentes. Lo más probable es que se lleve a cabo un proceso de rebranding y una migración gradual de servicios.

A largo plazo, esta consolidación podría ser positiva. Si un actor mexicano fuerte como Televisa toma las riendas, la competencia podría intensificarse, llevando a mejores planes y mayor calidad en el servicio. La esperanza es que el reajuste del mercado finalmente logre inyectar la rivalidad que AT&T, por sí solo, no pudo sostener.

Más reciente